Antes de aplicar cualquier principio activo con el fin de controlar o mejorar algún problema de la piel del rostro es fundamental realizar una limpieza facial exhaustiva y una exfoliación para eliminar las células muertas. Así, la piel queda preparada para recibir el tratamiento adecuado.
En función del diagnóstico realizado, se realizará un tratamiento cosmético de
- Hidratación y luminosidad
- Flaccidez
- Rojeces y piel sensible
- Poros dilatados
Terminando con la aplicación de un protector solar y un asesoramiento específico para la continuación del tratamiento en el domicilio.