Se trata de un procedimiento que tiene como objetivo el rejuvenecimiento facial, mediante el tratamiento del exceso de piel y de flaccidez de la misma, que aparece con el paso de los años, el efecto de la gravedad, la exposición a los rayos solares e incluso, el stress diario al que están sometidas muchas personas. Aparecen arrugas profundas, surcos marcados, exceso y flaccidez de piel, pérdida de grasa en algunas zonas y cúmulos en otras, como párpados, papada, ángulo mandibular o mejillas. La debilidad y el deterioro de elementos básicos de la cara (músculos, fascias, ligamentos, grasa…) por un lado, y los avances de las técnicas quirúrgicas y anestésicas, la medicina antienvejecimiento y la mayor expectativa de vida en general por otro, motivan a los pacientes a realizarse esta intervención. Con estos procedimientos no se trata de frenar el reloj biológico, sino de que su efecto se refleje lo menos posible en el rostro.
La blefaroplastia se realiza muy comúnmente con los estiramientos faciales. Así como una rinoplastia (para corregir la punta de la nariz caída, debido a la edad), liposucción, colocación de implantes (malares, mentón, ángulo mandibular), relleno de surcos y labios, peeling, dermoabrasión, láser, toxina botulínica, etc.
El mejor candidato para una ritidectomía es un hombre o una mujer cuya cara y cuello han comenzado a estar fláccidos pero cuya piel aún mantiene cierta elasticidad y además tienen una estructura ósea fuerte y bien definida. La mayoría de los pacientes tienen entre cuarenta y sesenta años, pero se puede realizar también en personas de mayor edad.
Incisiones : la situación y extensión de las cicatrices dependen de cada caso particular, generalmente comienzan en la sien, por dentro del cuero cabelludo, y siguen por los pliegues naturales por delante y detrás de la oreja, hasta entrar nuevamente en el cuero cabelludo. En algunos casos, estas incisiones se limitan al área que se necesite corregir.
Tiempo quirúrgico / Hospitalización
Varía si hay cirugías complementarias. Entre 4 y 6 horas / De 24 a 48 horas
Anestesia
Usualmente anestesia general. Con local y sedación en algunos casos
Recuperación
Generalmente el postoperatorio se tolera bien. Se deberá mantener la cabeza elevada un par de días para disminuir la inflamación y llevará un vendaje y unos drenajes. Las suturas se retiran entre los 5 y los 12 días. La mayor parte de las cicatrices quedarán escondidas en el cuero cabelludo y dentro de los pliegues normales de su piel.
En unos días puede realizar sus tareas normales, deberá evitar el ejercicio físico por lo menos durante dos semanas y la exposición al sol por varios meses.
Al principio sus rasgos faciales podrán estar un poco distorsionados debido a la inflamación, sus movimientos faciales podrán sentirse un tanto rígidos y podrán persistir hematomas por dos o tres semanas. Para la tercera semana, usted se verá y se sentirá mucho mejor.
Resultados
La gran mayoría de los pacientes que se realizan esta cirugía quedan satisfechos, con un rostro más rejuvenecido y lozano. Y por muchos años, continuan viéndose mejor de lo que se hubieran visto de no haber realizado esta intervención.